Este bizcocho es ideal para aprovechar las manzanas que a veces están algo maduras y no nos comemos, pues siempre se puede hacer algo con la fruta que está madura, solo hay que tener tiempo y ganas, que ya es mucho...
La base del bizcocho es el de siempre, un bizcocho normal o de yogur.
- 3 huevos
- 125 g de azúcar
- 1 cucharada sopera de miel o azúcar invertido o sirope de ágape... (para retener la humedad y así conseguir que nos aguante unos días más)
- 60 ml de anís
- 1 yogur natural
- 180 g de harina sin gluten (la cantidad es aproximada, ya sabéis que depende de la marca de harina que utilicéis será más o menos cantidad)
- 1 sobre de levadura química
- 1 manzana
- un puñado de frutos secos (yo he puesto nueces y almendras troceadas, pero podéis poner lo que tengáis, piñones, avellanas...)
Para la gelatina de la cobertura
- 2 láminas de gelatina neutra
- 150 ml de agua
- 100 g de azúcar
1. En un bol mezclar todos los ingredientes líquidos, excepto la miel que la reservaremos para luego, los huevos, el aceite, el anís y el yogur y mezclar bien con la batidora .
2. Añadir el azúcar y continuar mezclando hasta que esté bien integrado.
3. En otro bol, mezclar la harina con la levadura y poco a poco añadir al bol de los líquidos. Podemos hacerlo tamizando la harina y así nos aseguraremos que no quedan grumos. Por último añadir la miel y mezclar.
4. En un molde desmontable engrasado verteremos la masa anterior.
5. Pelamos la manzana y la cortamos a gajos, luego la ponemos sobre la masa de forma ordenada y encima los frutos secos que hayamos escojido. Espolvoreamos azúcar por encima y la metemos en el horno precalentado, a 200º, calor abajo unos 20-25 minutos y luego arriba para que coja color unos 5 minutos más o menos, o cuando veáis que tiene buen color...
6. Haremos la gelatina que será el toque final del bizcocho, le dará brillo y un buen acabado siempre es mejor. Hidratamos las láminas de gelatina en un bol con agua fría, las dejamos unos minutos, y mientras ponemos a calentar 150 ml de agua con 100 gr de azúcar. Vamos mezclando y cuando esté bien disuelto añadimos la gelatina escurrida, continuamos mezclando hasta que se haya deshecho. Retirar del fuego y dejar enfriar. Si hace mucho calor no os cuajará así que meterla en el frigorífico un rato hasta que veáis que cambia la consistencia.
7. Con un pincel o una cuchara ir pincelando el bizcocho con la gelatina por encima.
Animaros y aprovechad la fruta del tiempo para hacer postres sanos y deliciosos, además es una forma de comer fruta sin que se aprecie demasiado, sobre todo para los pequeños de casa que les cuesta un poco más...:-)
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