miércoles, 8 de julio de 2015

MAGDALENAS SIN GLUTEN II


Siempre recordaré el día de San Fermín como la liberación de Martín con su alergia al huevo, y es que desde ayer puede empezar a comer huevo cocido. La superación de la provocación de la clara y la yema cocida le ha abierto un mundo de alimentos nuevos, y sobre todo de repostería exquisita... Por fin puedo decir que el sacrificio ha valido la pena, tantos "noes" a tantas comidas, tantos sustos y disgustos, tantas discriminaciones en fiestas y cumpleaños y tantas lágrimas... las horas leyendo etiquetados e incluso las llamadas a fabricantes para asegurarnos de que no hay ninguna posibilidad de trazas, tantos enfados y bizcochos destrozados que han ido directos a la basura...tantas recetas hechas a base del ensayo y error, tanta impotencia y tanta esperanza, al fin, se ha cumplido nuestro sueño en cuanto a Martín...gracias San Fermín!!!! 

Tengo que mencionar que todo esto no hubiera sido posible sin un fantástico grupo de facebook de padres y madres de niños alérgicos a la PLV y al huevo, son luchadores, enfermer@s, médic@s, cociner@s, etc. incluso sin serlo, son unos guerrer@s que se lanzan al ruedo cada día por buscar alguna novedad para sus pequeños y entre todos se ha hecho un lindo caminito... 

Bien, después de esta larga introducción voy con la receta. Esta receta la he adaptado de una que vi en el canal Cocina de Alma Obregón (admito que soy fan de Alma, y mis hijos también), ella hacía un cupcake de mokka con gluten, y me dió un par de ideas fabulosas para que nuestras magdalenas sin gluten no quedaran tan secas y se mantuvieran húmedas por dentro más tiempo.

El truco es utilizar azúcar moreno en vez de blanco, y un poco de miel o melaza o azúcar invertido, y esto hará que queden mejor y aguanten más.

INGREDIENTES:

- 3 huevos
- 200 ml de nata de cocinar
- 125 g de azúcar moreno
- 1 1/2 cucharadas de levadura química
- 1/2 cucharada de bicarbonato
- 150 g harina sin gluten (yo he mezclado Mix Dolci y Gallo sin gluten)
- 1 cucharada de gluten free (si tenéis, si no no es necesario, es un sustituto del gluten de la marca Orgran)
- 1/2 vasito de anís
- 100 ml de aceite suave (de girasol queda más suave)


1. Mezclar los ingredientes secos en un bol previamente tamizados, excepto el azúcar.

2. En otro bol mezclar los ingredientes líquidos, se puede batir con una batidora eléctrica para que queden más integrados. Reservar la miel o melaza para el final.

3. Poco a poco ir añadiendo los ingredientes secos y mezclar bien para que no queden grumos.

4. Una vez todos integrados, añadir por último la miel y mezclar.



En este bote guardo el azúcar invertido, es muy fácil de hacer y se conserva perfectamente durante meses en un bote bien cerrado, y en la nevera. Otro día explicaré cómo se prepara. Va genial para los helados y algunas recetas de repostería, pues es parecido a la miel y hace que los alimentos se conserven mejor. En el caso del helado, ayuda a que no se formen tantas cristalizaciones y de esta forma queda más cremoso.

6. Una vez tenemos la masa preparada, yo la dejo reposar en el frigorífico unas horas (nunca más de 24 h., se estropearía).

7. Rellenar las cápsulas un poco más de la mitad y espolvorear azúcar por encima. También podéis poner unos trocitos de chocolate por encima, o lo que más os guste...



No han quedado con tanto copete como otras veces, pero son mucho mejores en sabor!!! y muy esponjosas...





Ya me contaréis... :-)

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