Éste es otro de mis panes habituales, me gusta ir probando y mezclando harinas diferentes, ver cómo reaccionan y qué olor le dan al pan... aunque soy muy novata en este mundo sin gluten he comprobado que mezclando las harinas con alguna integral queda mejor y de ésta manera nuestro pan parece ser más "normal" en cuanto a sabor y aspecto.
INGREDIENTES:
- 400 g de harina Ceresin
- 100 g entre harina Beiker, Brot Mix de Schär y harina de quinoa.
- 1 cucharada de miel
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1/2 taco de levadura fresca (unos 12 g aprox.)
- 1 dedo de leche tibia con una cucharada de azúcar (para activar la levadura)
- 300 ml de agua tibia
- 1 pizca de sal
1. Primero de todo activar la levadura con la leche y el azúcar y dejar que espumee.
2. Ir colocando los ingredientes en la panificadora, primero los líquidos, y luego las harina. Reservar la sal para más tarde, no vayamos a estropear la levadura con la sal.
3. Yo he puesto le programa 9, que es para pan sin gluten, es uno de los más cortos y también me gusta, a veces me queda mejor en este que en otros más largos. Este dura unas 2 h y 11 minutos más o menos. Pongo el peso (1000 g) y tostado bajo, en el tostado medio quedaba la corteza demasiado dura, pero esto va a gustos.
4. Al cabo de unos 5 minutos añadir la sal, yo lo hago cuando mi panificadora emite unos pitidos para avisarme que es el momento de añadir extras.
5. Cuando acabe de amasar sacar las palas, no pasa nada si no se sacan pero queda mejor y no se rompe el pan al sacarlo.
6. Una vez hecho, dejar enfriar en una rejilla. Cortar mejor en frío, si no se apelmaza la miga.
El pan es cuestión de gustos, así como las harinas, cada una es diferente y actúa de forma diferente. También es cuestión de paciencia, pues nunca sale el pan igual aunque utilicemos los mismos ingredientes y las mismas cantidades... no sé qué es lo que le pasa a las "sin gluten" que son tan complicadas pero hay que armarse de paciencia y respirar...
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