Como cada fiesta que hay, la churrería se afinca a la salida del cole del pueblo y es que es imposible evitarla porque está allí, a la vista de todos, claro, no se pondrá escondida... Pero es que a mi se me encoge el corazón cuando la veo llegar, no por mi, aunque el olor que irradia no me resulta muy agradable, si no por mi hijo que le encantaban los churros...
Pero esta vez ha sido él quien me ha dado una lección de empatía a mi alegrándose por los demás de que haya llegado... bendita inocencia!!! Aunque claro, acto seguido va la pregunta estrella: Cuándo harás churros??, pues mañana, hijo, mañana... Y sigue tan contento... y yo sigo con el corazón comprimido...
Así que, después de esto, ahí va la receta...
Estas cantidades son para unos 45 churros de unos 20 cm, yo los preparo y antes de freir los congelo, así tengo para varias veces, y sin descongelar luego los frio.
INGREDIENTES:
- 100 g harina Schär Mix B
- 100 g harina Proceli
- 100 g harina de arroz
- 500 ml de agua
- 1 cucharadita de café rasa de levadura química
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de postre de leche en polvo para que cojan color
- Azúcar
1. Poner en un cazo el agua hasta que empiece a hervir.
2. Mezclar todas las harina, la leche en polvo y la levadura y añadirla de golpe al agua.
3. Mezclar enérgicamente con una cuchara de madera para que se integre bien y no queden grumos.
4. Dejar templar y poner la masa en una churrera.
5. Hacer los churros y cortar para que no queden demasiado largos.
6. Freir en abundante aceite de girasol, aseguraros de que está caliente para que queden crujientes, y hasta que cojan color.
7. Dejar escurrir sobre papel absorvente y poner azúcar al gusto...
Pues sí, los celiacos también comen churros... y de sabor quedan bastante parecidos!!!!
Buen provecho!!!! ;-)
